¿Cómo es que una aventura que inició así? Tomando cafecito, acampando junto al río con dos personas bellas en estados unidos…
*Me perdonan la mala calidad de la foto, pero de esta aventura no hay tantas buenas fotos.
¿Terminó con esta foto en inmigración, siendo enviado a El Salvador? ¡Escoltado por tres policías!
CONTEXTO
Si hay una historia donde haya vivido un momento tenso y difícil, es esta. Literal, como diría mi madre: Nico casi sale en Alerta Aeropuerto. Tiene razón. Creo que varios sabemos la ansiedad que genera que en un aeropuerto te lleven al cuartico del terror. Pero que te dejen 10 horas, sin decirte nada, te interroguen, busquen cosas en tu celular y te amenacen con la cárcel, es otro cuento.
Trataré de ser lo más claro posible, sin saltarme ningún detalle ni exagerar ninguna expresión. Venía yo de un viaje de unos 6 meses, donde casi 4 de ellos estuve en estados unidos, sin planes, viviendo el día a día, acampando donde se podía, trabajando en unas fincas de marihuana. De allí viajé 1 mes a India y 1 mes a Nepal.
Pues se me ocurrió la grandiosa idea que en lugar de regresar directo a Colombia, quería parar en estados unidos un corto tiempo, un mes. Estar allí, depronto hacer un poco de dinero, ir a un par de parques nacionales, para así, regresar a Medellín.
Salgo de la ciudad de Katmandu en Nepal hacia Dubai. Paso la noche en el aeropuerto de Dubai. De Dubai voy a San Francisco en un vuelo de 16 horas. Ojo al dato: no me quedaba un solo peso, andaba en ceros. Contaba con lo que me daban de comer en los aviones y confiando con que mi primo me iba a recoger en el aeropuerto de San Francisco. Ya no tenía ahorros luego de 6 meses viajando.
Llegué al aeropuerto de San Francisco, activé el wifi gratuito que había, le escribo a mi primo: ya llegué, nos vemos afuera. Le escribo al grupo de whatsapp de la familia: llegué, todo bien. Y en ese momento antes de que me pusieran el sello de entrada al país, me miran a los ojos. Dudan. Y me llevan al cuartico del terror.
EL CUARTICO DEL TERROR
¡10 horas! Sentado ahí, viendo como entraba y salía gente. Ellos juegan con tu mente, pasaba el policía al frente mío con una carpeta donde tenía una fotocopia gigante de mi pasaporte, claramente para que yo viera. Iba y venía. Me señalaba y hablaba con sus compañeros. Me miraban. Pero no me decían nada, hasta miedo me daba preguntar si podía ir a mear al baño. Me toca ver como a una mujer de unos 35 años de edad, no la dejan ingresar, le revisaron los chats, el email, todo. Que estaba ofreciendo servicios sexuales en ese país decían, que yo no sé qué. Yo solo la escuchaba llorar. Mientras pensaba, ¿y donde les de por llevarme a la cárcel? ¿O se inventen algo bien raro? ¿Y si me ofrecen la famosa llamada, a quién llamo? ¡Que hambre! Jueputa.
Y pues si estuve haciendo cositas por allá. Trabajando un poco con mi visa de turista, lo cual no se puede.. Nada malo, pero ajá. Ya uno sabe como son.
Por fin entra un policía, con una mano en las esposas y la otra en la pistola. Medía 2 metros. No se me olvida, me dice: ¿Usted cree que nosotros somos idiotas? Nisiquiera yo trabajando todo un año, logro conseguir el dinero para viajar como usted viaja. Yo sé que usted estuvo acá trabajando. Sé que estuvo la temporada de triming en California y que estuvo en Garberville y en Myers Flat (estos dos específicamente, de todos los 100 lugares que pudo haber dicho, fueron donde estuve).
¿Uno qué dice ahí? Cagado del susto.
Con mil pensamientos por la cabeza.
¿Será que digo que no que no estuve trabajando? ¿Qué me invento?
¿Cómo hizo para saber exactamente los lugares en los que estuve?
Porque pudo haber dicho demasiados lugares, pero mencionó donde yo estuve.
No creo que esté adivinando…
Algo habrán visto.
Complejo.
El Nico: pues que te dijera yo… Pues si…
Ahí empieza una preguntadera, de mil cosas, que cuánto dinero me dieron, que quiénes eran las persona, que yo con quién estaba, bueno, todo el cuento. Respondí ahí como a medias.
Todo pasó muy rápido. Muy rápido. El policía, salía, volvía, más preguntas. Hasta que llegó el momento de mi llamada. Llamé a mi primo, realmente yo no hablé, llamó el policía, mi primo contestó el celular y el policía le dice usted conoce a Nicolás Agudelo… Silencio en la línea…. ¿Si o no?… Silencio en la línea (Me imagino a mi primo sin saber qué pasaba, bien asustado también). Al final le dijo, Nicolás está en inmigración y colgó.
Luego supe, que mi primo me esperó afuera del aeropuerto casi 4 horas, yo no salí nunca, ni dí señales. Él sospechó que me habían detenido en inmigración y se fue.
EL JUICIO
Ahora, ¿cómo terminé en El Salvador?
Acá se pone sabrosa la cosa. Luego de preguntarme muchas cosas. Me dice algo como “bueno, ahora necesitamos que justifiques legalmente, te volveremos a interrogar, y dependiendo de las respuestas un juez determinará qué hacemos contigo”.
Mejor dicho, me iban a volver a preguntar todo. Pero esta vez, estaba en una clase de juicio. Antes de empezar me dijeron muy enfáticamente: tiene derecho a no responder y guardar silencio a las preguntas que deseé. Si nos damos cuenta que nos está mintiendo, cárcel ipso facto.
El Nico traga saliva. Y empieza un juego de ajedrez. Me leen los derechos. Pregunta uno, Nico responde, pregunta dos, Nico responde. Luego se ponen compremetedoras las preguntas, ejemplo: ¿cuánto dinero te pagaron? Nico apela al silencio. Y así, cada vez que me preguntaban algo de los días de triming o relacionado al trabajo, guardaba silencio. Si me preguntaban de algo diferente, respondía.
Para no alargar la historia, termina la entrevista. Se va el policía, vuelvo luego de 1 hora y me dice: no tenemos nada. El juez no tiene nada en contra tuya. Simplemente, te vamos a inadmitir a nuestro país. Al parecer, El Nico iba ganando en el ajedrez.
¿Bueno y ahora qué? Pregunto.
La aerolínea que te trajo al país tiene la obligación de regresarte. Dice el policía.
PERO YO VENÍA DE NEPAL. Así que si, me iban a enviar de regreso a Nepal. El Nico ya iba perdiendo otra vez en la partida de ajedrez.
Traté de explicarles la situación, que iba a Colombia, que efectivamente tenía tiquete de regreso. Bueno. Baja una chica de Avianca. Que me salva la vida. Me ayuda a conseguir un tiquete a Colombia. Pero primero, debía parar y hacer una escala de 18 horas en El Salvador. Sí a todo. No me iban a cobrar nada extra de dinero. Y me había salvado de ese susto.
El policía acepta. Nico acepta. Avianca acepta. Tablas.
FINAL INESPERADO - Una señora me regala dinero
Llevaba ya más de 44 horas aproximadamente desde que salí de Nepal. Poca comida. Mucho estrés. Me llevan escoltado al avión, hablan con el piloto, hablan con la azafata jefe. Entro de primero, escoltado, al frente de todos. Me dejan en mi silla. Arranca el avión rumbo a El Salvador. Ahora debía aguantar 18 horas más en el aeropuerto, me habían quitado el celular, la billetera, el pasaporte. Y el Nico con hambre.
No tenía forma de llamar a nadie. De avisarle a mi familia. No tenía forma de usar una tarjeta de crédito. De retirar dinero. Nada. Que Hijueputa embalada. Pero pasó algo lindo ese día. De la nada, apenas el avión aterrizó, la señora que venía junto a mi, me preguntó que si estaba bien. Le dije que si. Me miró. No dijo nada. Habíamos intercambiado solamente saludos en todo el viaje.
Yo tenía que salir de último del avión. Eso me dijeron. Así que me pongo de pie, le doy permiso a la señora para que pueda salir. Me dice algo que no recuerdo y me da la mano. ¡20 dólares me dió! ¿Por qué? No tengo ni la menor idea. Pero la felicidad que sentí, la sensación de gratitud con la vida y con ella. Inexplicable.
De cuenta de esa linda señora. Tomé café, comí una clase de empanadas que vendían, compré un sanduche. El Nico feliz haciendo rendir sus 20 dólares para esas horas de espera. Logré hacerme amigo de un señor de la sala de espera. Me dejó usar su celular, llamé a mi padre al whatsapp. Ya llevaba un buen tiempo sin aparecer. No sabían nada de mí.
TABLAS
Todo pasa por algo. No me termino de tragar esta frase. Es muy facilista. Realmente no tengo ni idea por qué sucedió todo ese enrredo. Ni quiero tratar de buscarle un significado, algo trascendental que le dé explicación a toda la situación. Que si las estrellas estaban en tal posición. Que si tenía que aprender algo con todo eso. Que sé yo.
No creo que todo pase por algo. Pero si creo que todo puede pasar. Y lo que sea que suceda, así debe de ser.
Si llegaste hasta acá te agradezco tomarte el tiempo de leer cada una de mis palabras. La verdad no había compartido mucho esta historia. Fue una ocurrencia interesante en mi vida. Casi tan interesante como la que quiero contar en el próximo relato: “Subir una montaña de más de 6.000 metros de altura” donde me voy con mi amigo Jorge a las montañas Bolivianas, Huayna Potosí y al Illimani. Una expedición de 12 días a dos de las montañas más altas de este país.
Si resuenan con estas palabras, espero verles por acá nuevamente.
Con todo el amor,
Nico el calvo.